Independientemente de cómo lo llamen las cadenas de café Starbucks o la cafetería independiente a la vuelta de la esquina, nunca digan "té chai". Esa es la regla número uno para beber masala chai, una bebida que representa una forma de vida en la India. Es un error común escuchar a la gente decir "té chai". Pero no deberían. El té Chai simplemente se traduce como "té de té".
Lo que la mayoría de la gente considera "té chai" se conoce mejor como masala chai ("masala" significa especias). Y aunque no existe una receta estándar o método de preparación para la bebida, generalmente implica preparar un té negro fuerte y suelto con especias calientes como el cardamomo, el jengibre y el clavo. Otras variaciones pueden incluir ingredientes como canela, nuez moscada y anís estrellado. Cabe destacar que en Frappiness usamos además pimienta negra y vainilla para agregar ese toque picante con aroma.
Tradicionalmente, las especias y el té suelto se colocan en una olla con una mezcla de leche y agua, que hierve por completo para que los sabores se puedan fundir. El té se retira del fuego, se cuela y se le agrega azúcar.
En la india, distribidos por todo el país encontrarás los “chai wallahs”, o aquellos que preparan el té de manera artesanal y que forman parte de esa rica cultura y tradición. Para crear esa bebida deliciosa, utilizan un quemador, una olla grande, algunas tazas y un cucharón, son donde los chai wallahs hacen su magia. Con una cantidad mínima de equipo, hacen cientos, si no miles de tazas por día, vertiendo majestuosamente té hirviendo desde alturas impresionantes en tazas pequeñas.
En cierto modo, el masala chai ha trascendido el mundo de las bebidas y se puede encontrar saboreando platos dulces y salados. A medida que su popularidad continúa creciendo en todo el mundo, solo hay una cosa para recordar. No importa cómo prefiera beberlo, nunca lo llame "té chai".
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